Sueños de Eternidad

CLII (152)

Uno junto al otro nos sentaremos
en la arena de una playa paciente
sin esperar más tiempo que el presente.
El futuro cercano olvidaremos
y el pasado recordar no querremos
al beber de tu sonrisa creciente.
Escuchando manos, mi piel ardiente
suspirará cuando nos abracemos.
Necesito de tu alma la luz suave,
que de susurros tu voz sea un ave
y el calor de su seno junto al mío.
Y en ese abrazo sin tiempo ni fecha
una voz sola en el calor de estío
suspirará un te quiero sin sospecha.

Nauta

Puedes contactar conmigo en: maese_j@hotmail.com